Sala Redacción. – El Banco de la República entregó al Congreso su informe económico de 2024. La inflación cerró en 5,2% y la política monetaria mantuvo una postura contractiva con reducciones graduales de tasas de interés.
El Banco de la República presentó a la Comisión Tercera del Congreso el informe de la Junta Directiva sobre los resultados macroeconómicos de 2024 y las proyecciones para 2025. La presentación estuvo a cargo de Leonardo Villar, gerente del banco.
El informe destaca la continuación del proceso de reducción de la inflación, iniciado en 2023, y la disminución del déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Esto se produjo en un contexto de política monetaria contractiva, con reducciones graduales y cautelosas en las tasas de interés.
La inflación anual de precios al consumidor cerró en 5,2%, con una caída de 4,1 puntos porcentuales respecto al 9,3% registrado a finales de 2023 y de 8,1 puntos frente al máximo de marzo de 2023. La inflación básica, sin alimentos ni regulados, también se redujo del 8,4% al 5,2%.
Otros rubros, como alimentos y productos regulados, también registraron descensos. La inflación de alimentos cayó del 5,0% al 3,3%, mientras que la de productos regulados pasó del 17,2% al 7,3%.
A pesar de estos avances, la inflación sigue 2,0 puntos por encima de la meta del 3% establecida por el Banco de la República. Además, en los últimos meses de 2024, las expectativas inflacionarias para 2025 mostraron un repunte debido a la incertidumbre económica global y el deterioro de las finanzas públicas.
El Banco de la República mantuvo una política monetaria contractiva a lo largo de 2024. Desde el pico del 13,25% en noviembre de 2023, la Junta Directiva inició un ciclo de reducciones en la tasa de política monetaria, que cerró en 9,5% en diciembre de 2024. Estas reducciones fueron de 50 puntos básicos entre marzo y octubre, para luego desacelerarse a 25 puntos en diciembre. En enero de 2025, se decidió pausar los recortes ante nuevas presiones inflacionarias.
El crecimiento del PIB en 2024 fue del 1,7%, por debajo de la tendencia de largo plazo. Sectores como la agricultura, el entretenimiento y algunos servicios estatales impulsaron la economía, mientras que la manufactura y la minería se contrajeron. La inversión en capital fijo aumentó, pero sigue por debajo de los niveles pre pandemia. En contraste, el consumo se mantuvo elevado.
El mercado laboral tuvo un desempeño positivo, con mayor ocupación y caída en la tasa de desempleo. No obstante, la incertidumbre fiscal y externa podría afectar su sostenibilidad.
Para 2025 y 2026, se prevé un crecimiento del PIB del 2,6% y 3,4%, respectivamente. Sin embargo, el desempeño económico dependerá de la evolución de la inflación, la política monetaria y los factores globales.
El Banco de la República ha mantenido una política monetaria cautelosa, garantizando decisiones sostenibles para evitar correcciones abruptas en el corto plazo. Esto permite consolidar la credibilidad económica del país y guiar las expectativas del sector privado en un entorno de incertidumbre.