La Refinería Esmeraldas, la más grande de Ecuador, fue declarada en emergencia por 60 días luego de que un incendio afectara el área de tanques de almacenamiento de fuel oil y obligara a la suspensión de sus operaciones el lunes pasado. La información fue confirmada por la empresa estatal Petroecuador, que detalló que la medida permitirá realizar reparaciones urgentes sin trámites burocráticos.
La planta, situada en el puerto marítimo de Esmeraldas (noroeste del país), tiene una capacidad de procesamiento de 110.000 barriles diarios (bd) de crudo, que normalmente se transforma en gasolinas, diésel, jet fuel y gas para uso doméstico. Esta es la refinería más importante del país, por encima de las otras dos ubicadas en La Libertad y Shushufindi, con capacidades menores de 45.000 y 20.000 bd, respectivamente.
Petroecuador informó que el abastecimiento de combustibles continúa operativo, conforme a la disponibilidad de producto en sus centros de distribución. Sin embargo, no se precisó para cuánto tiempo durará el stock actual. El lunes, el gobierno ecuatoriano había asegurado que el suministro estaba garantizado en todo el país, gracias a inventarios suficientes en sus instalaciones.
El siniestro ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad del sistema energético nacional, dado que Ecuador depende en gran medida del petróleo, su principal producto de exportación. Solo en 2024, el país generó 8.647 millones de dólares en ingresos petroleros, al vender el 73% de los 475.000 barriles diarios que logró extraer.
Este evento trae a la memoria una tragedia similar ocurrida en 1998, cuando un incendio en esta misma refinería provocó la explosión de ductos de petróleo y productos refinados, dejando una decena de muertos, un centenar de heridos y unas 150 viviendas destruidas.
Las autoridades indicaron que el decreto de emergencia busca reducir al máximo los tiempos de respuesta, permitiendo actuar de inmediato para rehabilitar la infraestructura afectada. Aunque no se han reportado víctimas ni daños materiales fuera de la planta, el riesgo operativo sigue latente hasta que se estabilicen todas las áreas comprometidas.
El país, ante este escenario, deberá redoblar esfuerzos para garantizar el suministro interno de combustibles, mientras se llevan a cabo las reparaciones. Asimismo, se esperan ajustes temporales en la logística de distribución para asegurar que zonas rurales y urbanas no sufran interrupciones, especialmente en sectores que dependen del gas doméstico.
Ecuador enfrenta una coyuntura crítica que pone a prueba su capacidad energética y logística. La recuperación operativa de la Refinería Esmeraldas no solo es esencial para el funcionamiento del mercado interno, sino también para la estabilidad de su economía petrolera. Las próximas semanas serán clave para conocer el verdadero impacto de este incidente en la balanza energética nacional.
