El cardenal Robert Francis Prevost ha sido elegido como el nuevo Papa de la Iglesia católica. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Cardenal Dominique Mamberti proclamó el tradicional “¡Habemus Papam!” y anunció que el nuevo pontífice ha tomado el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 267.º Sucesor de Pedro. La elección se oficializó este 8 de mayo de 2025 a las 18:07 (hora local) tras el cuarto escrutinio del Cónclave, en el que participaron 133 cardenales.
La fumata blanca marcó el inicio de una nueva etapa para la Iglesia universal. Aproximadamente 20.000 fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro ondeando banderas de distintos países. En su primer mensaje como pontífice, León XIV ofreció un saludo de paz y esperanza: “Que la paz sea con ustedes”, afirmó con emoción. En italiano y luego en español, agradeció a la diócesis peruana donde ejerció gran parte de su vida pastoral, destacando la fidelidad de ese pueblo y su influencia en su vocación.
León XIV es el primer Papa originario de América del Norte y el primero con doble nacionalidad estadounidense y peruana. Nacido en Chicago en 1955, Robert Prevost se nacionalizó peruano en 2015 tras décadas de servicio en el país andino. Fue obispo de Chiclayo, docente, párroco y directivo del seminario agustino de Trujillo. Además, ocupó cargos importantes como vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y administrador apostólico del Callao.
En 2023, el Papa Francisco lo trajo al Vaticano para dirigir el Dicasterio para los Obispos y lo nombró cardenal, asignándole la iglesia de Santa Mónica. En febrero de 2025, fue promovido a cardenal-obispo de Albano y presidió la Pontificia Comisión para América Latina.
El nuevo pontífice enfatizó la construcción de puentes entre los pueblos y el servicio a los más necesitados, destacando su cercanía con migrantes, especialmente los venezolanos en Perú. En su mensaje final, invitó a todos a orar unidos y a mantener viva la esperanza.
Con un estilo sencillo, sentido pastoral profundo y una trayectoria sólida en América Latina, León XIV inicia su pontificado con un llamado claro: paz, unidad y justicia social en el mundo actual. Su elección marca un momento histórico que resalta el valor de las raíces latinoamericanas dentro de la Iglesia católica.
