El primer trimestre de 2025 cerró con un resultado poco alentador para las tiendas de barrio en Colombia. De acuerdo con datos de Servipunto, unidad de analítica de Servinformación, las ventas en este segmento clave del consumo masivo cayeron un -3,6 % frente al mismo periodo de 2024. Esta reducción confirma una tendencia de desaceleración que ya acumula una contracción del -8,6 % respecto al primer trimestre de 2023.
Juan Pablo Muñoz, Líder de Data Analytics de Servipunto, explicó que “la tienda de barrio no logra recuperarse del todo frente a los impactos macroeconómicos y sociales” que comenzaron en 2023. Los datos reflejan una presión creciente sobre los hogares, alterando las decisiones de compra de los consumidores en todos los niveles.
El informe revela que el nivel socioeconómico medio fue el más afectado, registrando una caída del -11,7 % en transacciones y una disminución del -12,4 % en unidades vendidas. En contraste, el segmento bajo muestra mayor lealtad al canal tradicional, manteniéndose como su primera opción de compra pese a las dificultades económicas.
Territorialmente, las ciudades más afectadas por las presiones inflacionarias fueron Bogotá, Bucaramanga y Pereira, según el IPC anual de marzo 2025 del DANE. Aunque no lideran el crecimiento del gasto por ticket, sí exhiben mayor sensibilidad ante cambios de precios, afectando el comportamiento del consumo en estas zonas.
Otro hallazgo relevante es la desaceleración del -5 % en la rotación de unidades en las 12 categorías más vendidas, un indicador que revela la contracción real del consumo más allá de los aumentos de precio impulsados por inflación o impuestos.
Muñoz resaltó que “es crucial entender cuántas unidades realmente se están moviendo en la tienda“, advirtiendo que una caída en unidades muestra una contracción efectiva del consumo, más allá del valor monetario aparente de las ventas.
Pese al panorama general, eventos culturales y sociales demostraron ser catalizadores clave del consumo. Durante el Carnaval de Barranquilla (1 al 4 de marzo), las ventas de bebidas crecieron 6 puntos porcentuales, con aumentos notables en categorías como ron (+470 %), aguardiente (+218 %) y whisky (+88,2 %). Sin embargo, productos como pasabocas, leche larga vida y cigarrillos mostraron caídas, indicando cambios en las preferencias de consumo en celebraciones.
Fechas especiales como el Día de la Mujer (8 de marzo) impulsaron un aumento del 25,7 % en ventas, destacando un incremento del +171 % en chocolatinas. En contraste, el Día del Hombre registró una caída del -7,6 % en transacciones respecto al año anterior, evidenciando diferencias en las dinámicas socioculturales del gasto.
La fiebre futbolera también influyó: durante el partido Colombia-Brasil de las eliminatorias el 13 de marzo, las ventas promedio en tiendas crecieron 8,1 %, impulsadas por el ambiente social y el horario de transmisión.
De cara al segundo trimestre de 2025, el sector enfrenta nuevos retos y oportunidades. Se espera que eventos como el Día de la Madre y nuevas jornadas deportivas ayuden a reactivar el consumo en algunas categorías. No obstante, la persistencia de condiciones macroeconómicas adversas podría seguir restringiendo el poder adquisitivo, sobre todo en los sectores medios. El desempeño de las tiendas de barrio, considerado un termómetro del consumo popular en Colombia, dependerá de la capacidad de las marcas para activar el canal con ofertas relevantes, del entorno inflacionario y de la manera en que el gasto se movilice en las fechas culturales claves del calendario colombiano.