Sala Redacción (IA). – El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, presentó un análisis detallado sobre la evolución de la inflación en Colombia, las expectativas económicas y la necesidad de mantener una política monetaria prudente en 2025. Aunque la inflación ha mostrado una notable tendencia a la baja desde marzo de 2023, pasando del 13.34% al 5.2% en enero de 2025, Villar enfatizó que el país aún enfrenta retos significativos para alcanzar la meta del 3%.
Uno de los aspectos más relevantes de su intervención fue la persistencia de la inflación en Colombia, que sigue siendo la más alta entre los países de la región con estrategias de inflación objetivo. En comparación con economías como México, Brasil, Chile, Perú y Costa Rica, donde la inflación ha convergido más rápidamente a sus metas, en Colombia la reducción ha sido más lenta, especialmente en el sector de servicios, que aún mantiene una inflación del 6.8%.
Factores que impactan la inflación
Villar explicó que, aunque la inflación básica —que excluye alimentos y servicios regulados— ha seguido descendiendo hasta llegar al 5.02% en enero de 2025, la inflación total se ha estabilizado en 5.2% debido al reciente aumento en los precios de los alimentos, que pasaron de menos del 2% en octubre de 2024 a 4.5% en enero de 2025. Se espera que este incremento sea temporal, pero representa un desafío adicional para la política monetaria.
Además, factores internos y externos han complicado el panorama inflacionario. Entre ellos, el aumento del salario mínimo en un 11%, muy por encima de la inflación, y la persistente indexación de precios en arriendos y otros servicios, han dificultado la convergencia a la meta del 3%. A nivel global, la incertidumbre económica, la depreciación del peso frente al dólar y posibles tensiones comerciales también representan riesgos para la estabilidad de precios en el país.
Decisiones de política monetaria y expectativas
En respuesta a estos desafíos, el Banco de la República ha adoptado un enfoque cauteloso en la reducción de tasas de interés. Desde diciembre de 2023 hasta diciembre de 2024, la tasa de intervención se redujo en 375 puntos básicos, pasando de 13.25% a 9.5%. Sin embargo, en enero de 2025, el Banco decidió hacer una pausa en la reducción, a la espera de mayor información sobre la evolución de la inflación y sus determinantes.
Uno de los factores clave en esta decisión ha sido el incremento en las expectativas de inflación. Mientras que en octubre de 2024 los mercados proyectaban una inflación cercana al 3% para finales de 2025, en enero de este año dichas expectativas subieron a más del 4.5%. Villar advirtió que mantener la credibilidad del Banco y garantizar la estabilidad de precios requiere que las decisiones de política monetaria sean prudentes y consistentes con el objetivo inflacionario.
Retos fiscales y su impacto en la inflación
Otro punto de preocupación señalado por Villar es la situación fiscal del país. En 2024, el déficit fiscal alcanzó el 6.8% del PIB, superando en 1.2 puntos porcentuales las proyecciones iniciales. Para 2025, el Gobierno estima reducirlo a 5.1%, pero las dudas sobre la viabilidad de este ajuste han generado inquietudes en los mercados. Además, el alto nivel de deuda pública, que se mantiene en torno al 60% del PIB, representa un desafío adicional para la estabilidad macroeconómica.
El gerente del Banco de la República concluyó que, si bien la política monetaria seguirá buscando una reducción gradual de las tasas de interés, esta se hará de manera cautelosa, garantizando que la inflación continúe su camino hacia la meta del 3% sin comprometer la estabilidad económica del país.
Así, el año 2025 se perfila como un periodo de retos importantes para la economía colombiana, en el que el Banco de la República jugará un papel clave en la consolidación de la recuperación y el control de la inflación.
