Sala Redacción (IA). – Un total de 45 mujeres residentes en la Zona Industrial de Mamonal recibieron certificación en energía solar fotovoltaica gracias al programa de transición energética de la Universidad de La Salle, en alianza con Ecopetrol y la Refinería de Cartagena. Esta iniciativa contó con el apoyo de los consejos comunitarios de Negritudes y las juntas de Acción Comunal de los barrios cercanos a la refinería.
El curso tuvo una duración de 40 horas, en las cuales las participantes adquirieron conocimientos sobre soluciones energéticas sostenibles aplicables a sus comunidades. Como resultado tangible de esta formación, se instalaron 20 postes solares en distintos sectores de Mamonal, contribuyendo a la mejora de la infraestructura local y al impulso de fuentes de energía más limpias y renovables.
Impacto directo en la comunidad
Los 20 postes de energía solar fueron instalados en los barrios:
- Boulevard de la 54
- 20 de Julio
- Albornoz
- Rotonda de entrada a Arroz Barato – Puerta de Hierro
- Pasacaballos
- Membrillal
- Henequén
Esta acción no solo refuerza el proceso de transición energética en la región, sino que también permite que estas mujeres certificadas se conviertan en agentes de cambio dentro de sus comunidades, promoviendo el uso de energías renovables y soluciones sostenibles.
Empoderamiento femenino y sostenibilidad
Este programa es un ejemplo de cómo la transición energética puede generar inclusión social y empoderamiento femenino, brindando oportunidades de formación en un sector en crecimiento y con una alta demanda laboral.
“Esta certificación nos permite no solo aprender sobre energías limpias, sino también aportar al desarrollo de nuestras comunidades. Ahora tenemos herramientas para hacer parte del cambio hacia un futuro más sostenible”, comentó una de las participantes del curso.
Compromiso con el desarrollo sostenible
Ecopetrol y sus aliados reafirmaron su compromiso con la sostenibilidad y la inclusión, demostrando que la transición energética debe ser un esfuerzo colectivo con impacto real en la calidad de vida de las personas.
Con este tipo de iniciativas, el sector energético no solo avanza hacia un futuro más limpio, sino que también genera oportunidades de crecimiento y empoderamiento para las comunidades locales, transformando realidades y promoviendo un modelo de desarrollo más equitativo y sostenible.