Sala Redacción (IA). – El Centro de Arbitraje y Conciliación (CAC) de la Cámara de Comercio de Cartagena se posiciona como un aliado estratégico para el desarrollo regional, tras liderar la solución de la controversia que frenaba el avance del proyecto Businú en Montería. A través del mecanismo de amigable composición, se resolvió en tiempo récord un conflicto contractual que podría haber retrasado por más de tres años la ejecución de esta importante obra de movilidad fluvial.
El Businú, un sistema de transporte fluvial diseñado para dinamizar la movilidad urbana de Montería, conectará las zonas residenciales del sur con universidades, barrios principales y centros comerciales del norte a lo largo del río Sinú. Este proyecto busca transformar la calidad de vida de los habitantes y potenciar el desarrollo de la región.
La intervención del CAC: Experiencia al servicio de la región
El CAC de la Cámara de Comercio de Cartagena, único en Colombia con ingenieros navales inscritos como amigables componedores, fue determinante en la resolución de la controversia. El mecanismo de amigable composición permitió definir nuevos diseños navales y precios no previstos (INP), necesarios para reanudar el contrato de obra.
En tan solo cuatro meses, un panel integrado por ingenieros navales y un abogado especializado evaluó los diseños iniciales y finales del Businú, determinando los ajustes necesarios para viabilizar el componente naval. Gracias a este fallo, la Alcaldía de Montería y el contratista pudieron suscribir un modificatorio que permitió la reactivación inmediata de la obra, suspendida durante más de dos años.
La importancia de la amigable composición
Este mecanismo alternativo de solución de conflictos destaca por su rapidez y especialización, ya que las controversias son resueltas por un panel de expertos en la materia. En el caso del Businú, el CAC aportó ingenieros navales y expertos legales que garantizaron una solución técnica y efectiva, evitando un arbitraje que habría tomado hasta dos años o un proceso judicial que podría extenderse por una década.
“Hoy, los grandes proyectos están pactando no solo el mecanismo de amigable composición, sino también el de arbitraje. Desde la Cámara de Comercio de Cartagena potenciamos los servicios del CAC al servicio del desarrollo de la región,” afirmó Diana Guzmán, jefe de división del CAC.
Un modelo a seguir en proyectos de infraestructura
El éxito de la intervención en el Businú evidencia la necesidad de incluir la amigable composición en los contratos de infraestructura fluvial, marítima y férrea en la región Caribe. Este mecanismo no sólo acelera los procesos, sino que también permite monetizar las ventajas de resolver conflictos en menor tiempo.
“En proyectos, el tiempo es vital y cualquier ventaja se monetiza en función de eso,” destacó Lina González, apoderada del Consorcio San Juan, contratista del proyecto.
Con esta intervención, la Cámara de Comercio de Cartagena reafirma su compromiso con el desarrollo de la región, demostrando que la combinación de experiencia técnica y mecanismos alternativos puede ser la clave para superar grandes retos y transformar realidades.