El gremio denuncia perjudicial ausencia de política de vivienda que afecta a familias pobres y al sector construcción
El presidente ejecutivo de Camacol Colombia, Guillermo Herrera, lanzó fuertes críticas al gobierno del presidente Gustavo Petro, señalando que las malas decisiones de política pública en materia de vivienda han generado graves consecuencias en la economía, en el empleo y, sobre todo, en la calidad de vida de miles de familias de bajos ingresos.
De acuerdo con Herrera, aunque las ventas en el sector de la construcción crecieron un 9 % en los primeros siete meses del año, este comportamiento no obedece a una política sólida, sino a un “efecto rebote” impulsado por las tasas de interés que actualmente se encuentran en niveles más bajos.
No obstante, el dirigente gremial aclaró que el verdadero problema radica en la falta de una política de vivienda clara. A su juicio, las decisiones del actual gobierno han afectado directamente a los hogares más pobres del país y han frenado la dinámica de un sector que es clave para la economía nacional.
Entre los principales señalamientos, Herrera recordó la suspensión del programa “Mi Casa Ya”, medida que dejó en el limbo a más de 70 mil familias que esperaban acceder a un subsidio para adquirir vivienda. Según el presidente de Camacol, muchas de estas familias terminaron pagando créditos más costosos debido a la pérdida de la cobertura en la tasa de interés.
“A la vivienda le va mal en el gobierno del presidente Petro, pero no le va mal por las tasas. Le va mal por la ausencia de política de vivienda, que va en detrimento de los intereses de los hogares más pobres”, afirmó Herrera con contundencia.
El ejecutivo también advirtió que esta situación no solo golpea a los beneficiarios directos de los programas, sino que impacta negativamente en la inversión privada y en el empleo dentro del sector de la construcción, uno de los motores históricos de la economía colombiana.
En su análisis, insistió en que la ausencia de lineamientos claros en política habitacional frena la reactivación del mercado. El crecimiento del 9 % observado no es suficiente para compensar el daño generado por la suspensión de subsidios y por la falta de incentivos que estimulen nuevas inversiones en vivienda de interés social.
Además, Herrera enfatizó que el impacto trasciende lo económico. La crisis en la política de vivienda afecta la confianza de los hogares, desincentiva el ahorro y limita la posibilidad de que las familias de menores ingresos puedan proyectar un futuro con mayor estabilidad.
Finalmente, el presidente de Camacol reiteró que el país necesita una estrategia coherente y de largo plazo en materia habitacional. Esta debe contemplar subsidios, incentivos para la inversión y medidas que aseguren el acceso a vivienda digna para los sectores más vulnerables.
El remate de su declaración fue claro: “No se trata solo de cifras de ventas o de tasas de interés. Se trata del bienestar de las familias, de la generación de empleo y de la sostenibilidad de un sector que mueve la economía nacional”.
Con estas palabras, el gremio de la construcción reafirma su llamado al gobierno nacional para replantear las decisiones tomadas hasta ahora y diseñar políticas que no castiguen a los más pobres, sino que abran la puerta a más oportunidades de vivienda, empleo e inversión privada en Colombia.